Cuidado con las espigas

Las espigas pueden representar un peligro para los perros si se introducen en sus patas, oídos, nariz o garganta. Pueden causar molestias, irritación e incluso infecciones graves si no se tratan adecuadamente ya que tienen pequeñas cerdas o pelitos que pueden quedar atrapadas en la piel del perro, causando irritación e incluso infecciones si no se eliminan. Pero lo más peligroso es que el perro inhale o ingiera una espiga ya que puede causar problemas respiratorios o gastrointestinales serios. Por lo tanto, es importante revisar regularmente a tu perro después de caminar al aire libre y retirar cualquier espiga que encuentres para prevenir problemas de salud.

¿Qué puedo hacer para evitar problemas con las espigas?

Los paseos en primavera con nuestros perros son muy placenteros y no tenemos por qué suprimirlos, solo debemos estar atentos y seguir unas pautas para prevenir que pueda tener problemas con las espigas:

  1. Entrenamiento: enseña a tu perro el comando «dejarlo» o «fuera» para que aprenda a dejar objetos no deseados.
  2. Supervisión: mantén a tu perro bajo supervisión cuando esté al aire libre, especialmente en áreas donde haya espigas.
  3. Evita áreas con espigas: si es posible, evita caminar a tu perro en áreas donde sabes que hay abundancia de espigas.
  4. Revisa y limpia después de los paseos: después de cada paseo, revisa a tu perro para detectar posibles espigas en su pelaje, entre los dedos de sus patas, en sus orejas y alrededor de su hocico. Elimina cualquier espiga que encuentres.
  5. Recortar el pelaje: si tu perro tiene el pelaje largo, considera recortarlo, especialmente alrededor de sus patas, para reducir la posibilidad de que las espigas se enganchen.
  6. Utiliza equipo protector: en áreas donde las espigas son comunes, considera usar botas o calcetines especiales para perros para proteger sus patas.
  7. Mantenimiento del patio: si tienes un patio, asegúrate de mantenerlo libre de malezas y espigas para reducir el riesgo de que tu perro las encuentre mientras juega.

Siguiendo estos consejos y siendo diligente en la supervisión de tu perro, puedes ayudar a prevenir que ingiera espigas y reducir el riesgo de complicaciones asociadas.

¿Qué hacer si mi perro ha tragado una espiga?

Si sospechas que tu perro ha tragado una espiga, es importante tomar medidas rápidas y buscar atención veterinaria de inmediato. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

  1. Observa los síntomas: presta atención a cualquier síntoma de malestar o dificultad respiratoria en tu perro. Algunos signos de que podría haber tragado una espiga incluyen tos persistente, arcadas, dificultad para respirar, babeo excesivo, vómitos, dolor abdominal o comportamiento inusual.
  2. Mantén la calma: mantén la calma para tranquilizar a tu perro. El estrés adicional puede empeorar la situación, así que trata de mantener un ambiente tranquilo y reconfortante para tu mascota.
  3. Evita inducir el vómito: no intentes inducir el vómito a menos que tu veterinario te lo indique específicamente. Algunas espigas pueden causar daño al expulsarlas.
  4. Contacta con nosotros: llámanos y trae a tu perro para que podamos valorar su estado e indicar el tratamiento.