Hay varias plantas que pueden ser tóxicas para los caballos si las ingieren, como:
La Jacobaea vulgaris
Llamada vulgarmente hierba de Santiago o hierba cana, una planta de flor silvestre muy frecuente distribuida por toda España, normalmente en espacios abiertos y florece de junio a octubre.
Los alcaloides pirrolizidínicos son la sustancia tóxica que contiene la planta y esta toxina tiene un efecto acumulativo. El efecto a largo plazo (meses/años) desemboca en insuficiencia hepática no reversible, por lo que los caballos no se recuperan.
Se reconoce por su característica flor amarilla, su altura que puede alcanzar hasta 52 cm, y las hojas pinatisectas.
Generalmente no tienen buen gusto y los caballos no las comen a no ser que estén secas o que no haya suficiente pasto.
Los signos clínicos incluyen:
- Ictericia (mucosas amarillas),
- Fotosensibilidad (lesiones cutáneas similares a quemaduras especialmente en zonas no pigmentadas)
- Depresión
- Anorexia.
- Signos neurológicos
- Muerte
La clave para evitar esta enfermedad es reconocer este tipo de planta y eliminarla del terreno de raíz y con guantes para evitar que lo consuman los caballos.
La cañaheja
Es un arbusto con un tallo erecto de hasta 3m y flores amarillas muy características, que produce una intoxicación muy peligrosa conocida como ferulismo.
Intoxicaciones más frecuentes: al final del verano, ya que, aunque no presentan unas características organolépticas atractivas para los caballos, en esta época ya no suele haber pasto verde y son las únicas plantas verdes que quedan.
¿Dónde podemos encontrarla? En la sierra de Guadarrama, desde el Escorial hasta Miraflores
Síntomas (a las 12h tras la ingesta): edemas en las regiones distales, mucosas pálidas, petequias, hematomas, diarreas hemorrágicas, anorexia, apatía y en algunos casos muerte súbita.
¿Cómo se puede diagnosticar? por la sintomatología y su presencia en la zona de pasto.
¿Existe tratamiento? Los tratamientos aplicados por el veterinario no siempre son efectivos al 100%, pero ayudarán en la recuperación.
¿Qué medidas preventivas se pueden tomar? Si tenéis una finca o pastos, aseguraros que no existen estas plantas y si las hay, cortadlas en la medida de lo posible. Es importante que os aseguréis que los caballos tienen alimento suficiente para que no tengan que recurrir a estas plantas.
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